Diplomado en Derecho e Inteligencia Artificial

Descripción general
Las técnicas Inteligencia Artificial (IA) y automatización se están aplicando a diferentes áreas productivas, tanto en el mundo público, privado y en defensa. El desarrollo e implementación de IA tiene un efecto importante en mejoras productivas, económicas y en nuevos productos y servicios. Sin embargo, estas técnicas, en constante cambio, representan un desafío para los profesionales que no son técnicos. En particular, los abogados, quienes deben entender los desafíos y entregar consejos fundados a sus clientes y empleadores a fin de aprovechar la tecnología y reducir posibles riesgos.
En el primer curso de este Diplomado, el estudiante accederá a los distintos conceptos, elementos y aristas que comprenden a la IA. Se le dotará de los conocimientos y competencias necesarios para entender las herramientas y técnicas de IA, conocer su historia y principales discusiones ético-jurídicas.
Posteriormente, el estudiante conocerá y reflexionará sobre los ámbitos de aplicación de IA, por medio de ejemplos reales de implementación, en los sectores público, privado y de defensa. Entenderá sus beneficios, riesgos y desafíos, tanto transversales como particulares.
Al concluir el diplomado, el estudiante dominará conocimiento jurídico y competencias para asesorar, auditar e identificar riesgos y oportunidades en la implementación de soluciones de IA, en una gran variedad de escenarios.
Los contenidos del diplomado serán impartidos por un equipo docente multidisciplinario, en tanto dedicarse a distintas ciencias y profesiones que se entrelazan y concurren en torno a las temáticas sobre Inteligencia Artificial, mediante clases expositivas, análisis de casos, y lectura y discusión de textos, a través de un sistema de clases streaming.
(*)Modalidad híbrida: Las clases se realizarán siempre de inicio a término vía streaming. Determinadas sesiones, conforme al calendario detallado que se informe, se proyectan ofrecer simultáneamente vía streaming y presencial; esta última, primero se condiciona a que las directrices oficiales en materia sanitaria del momento lo permitan, y segundo, a que cada sesión presencial cuente a lo menos con el número de alumnos mínimo que se comunique para su viabilidad pedagógica, lo que sería consultado con días de anticipación en cada oportunidad.